La tarde se me ha ido
sacando punta
a los lápices,
como en mi
infancia
los he
alineado
el uno al lado del otro
en singular
formación
por colores,
por tamaños
he ido
probando
con distintos
sacapuntas
descartando
a los que se
les rompe la mina
hasta
conseguir el afilado perfecto,
después he
contemplado mi obra
satisfecha
con la
sonrisa libre
del que sabe
usar su tiempo.